EL DESAFÍO DE UN GRANDE

1 Samuel 17:50. Considero que tú al igual que muchas personas, llegaste a esa etapa de incredulidad, donde no creías en ti mismo, y tus frases más comunes eran ¨no puedo¨, ¨no lo lograre¨, ¨jamás podré hacerlo¨ o quizás tú que lees este artículo, consideras que estás atravesando en este momento dicha etapa.

Déjame decirte que ¨llego la hora en la cual tu marcarás un antes y un después en este proceso de tu vida¨

Seguramente te preguntaras ¿Qué fue lo que ocasionó que yo atravesara esta etapa?

La respuesta es sencilla, a eso le llamo falta de fe. Pero más allá de eso, el miedo a los retos, metas, desafíos te trajo hasta aquí.

Piensas que por muy débil o inútil que sueles ser, no puedes o no podrás lograr grandes objetivos y consideras no estar a la altura de ellos.

¿Sabes qué? David nunca estuvo a la altura del filisteo Goliat, físicamente hablando; pero David tenía esa confianza en Dios, esa meta, ese desafío que era vencer a ese gigante, y atrás de ese pequeño cuerpo, de esa apariencia débil, había un gran potencial del cual David nunca dudo, y ya todos conocemos el final de la historia. (Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mato, sin tener David espada en mano. 1 Samuel 17:50 RVR1960)

Es posible que en este momento tu familia no crea en ti, aún tus ¨amigos¨ no creen en ti, pero Dios siempre ha creído en ti.

Recuerda que atrás de esa apariencia débil, siempre habrá un gran potencial del cual no debes dudar. Es el momento de que tomes tu honda, tu piedra y le des un "hasta aquí" a esos gigantes que no te dejan demostrar quien en realidad eres y sobre todo dar a conocer esa pasión, esa energía y esas ganas de servir que te convierten en el GIGANTE de la historia.