¿QUÉ CLASE DE CORAZÓN TIENES?
- ajobadec
- 27 feb 2015
- 3 Min. de lectura
En el libro “El corazón de un artista” encontré un testimonio que me impactó mucho
sobre la vida de Rita; una joven que canta profesionalmente y tiene una hermosa voz,
siempre fue contratada por canales de televisión y radios para grabar espacios
publicitarios.

Un día, Rita decidió que quería desarrollar su talento ingresando al coro de su iglesia.
Cuando el director se enteró se emocionó muchísimo por tenerla en sus filas, tener a
alguien de tan alto calibre cantando en su iglesia era realmente un triunfo personal.
Muchos de los vocalistas la recibieron con alegría, pero otros se sintieron amenazados
por tan melodiosa voz, pues varios de ellos sentían que ya no tendrían muchas
oportunidades de cantar; sin embargo, le dieron la bienvenida.
Pasó el tiempo y Rita se dio cuenta que ella tenía la mejor voz, comparada con los
demás, y pronto llegó a ser la solista más destacada de la iglesia. Lamentablemente,
también comenzó a oscurecerse, pues cada vez que ella cantaba la gente se daba
cuenta que era muy arrogante y orgullosa, pues no lo hacía para Dios si no que lo
hacía para brillar ella misma.
El pastor de la iglesia habló con ella varias veces acerca de servir en otras áreas más
pequeñas, pero ella nunca quiso participar pues para ella era algo insignificante. Un
día, su líder le habló de la importancia de servir a los demás- Rita se sintió ofendida,
pues no entendía por qué su líder se lo decía concretamente a ella. Se sintió herida y
pensaba que no era bien valorada en su iglesia, así que se fue y nunca regresó.
La palabra orgullo significa altivez, soberbia, vanidad, autosuficiencia, arrogancia, la
persona orgullosa no reconoce su dependencia de Dios, es altivo y esta altivez lo
lleva a exaltarse a sí mismo y a apartarse completamente de Dios.
Todos, de alguna manera, hemos pasado por la situación de Rita, pues cuando
alguien nos dice: ¡qué bien que has hecho tu trabajo!, ¡qué buen hijo(a) eres!, etc.,
nuestro ego sube y algunos piensan que son la última maravilla de este mundo y su
corazón empieza a enorgullecerse y comienzan a alabarse a sí mismos y no le dan la
gloria a Dios por los triunfos que tienen.
Rita no comprendió que el maravilloso talento que ella tenía se lo había dado Dios, y
también Él se lo podía quitar, como sucedió con el rey Saúl quien perdió el trono por
permitir que su orgullo crezca, a Dios no le agradó su actitud y lo sustituyó con el rey
David.
A Dios no le agradan los soberbios sino personas como el rey David, pues él era un
joven conforme al corazón de Dios.
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los
humildes” Santiago 4:6 RVR1960
Si tú tienes un talento innato que tal vez otros no lo tengan, no permitas que el orgullo
y la vanagloria se apoderen de ti. Primero dale gracias a Dios por aquello que
solamente tú puedes hacer, no menosprecies a aquellos que se esfuerzan por hacer
las cosas mejor y tratar de llegar a tu nivel, al contrario ayúdalos a desarrollar sus
propios talentos y dones.
Como está escrito: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana
la vida” Proverbios 4:23 RVR1960
Joven… ahora la pregunta es... ¿Tú qué clase de corazón tienes?
Post por Ana Spencer.
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