¿IMITACIÓN O AUTÉNTICO?
- ajobadec
- 13 feb 2015
- 3 Min. de lectura
Durante una enseñanza que recibí, esta frase impactó mi vida: ¡Quizá tú seas la única biblia, que muchos conozcan!. Esto me conmovió en gran manera, pues yo me examiné a mí mismo y me di cuenta que no era más que un pecador, que no estaba arrepentido y lo único que hacía era fingir que era cristiano.

A lo largo de mi niñez y adolescencia, crecí rodeado de personas cristianas y no cristianas. Tenía una percepción de lo que era ser cristiano y miraba a muchos de los adolescentes participar en actividades en la iglesia. En ese mismo tiempo, vi muchas imperfecciones en algunas personas; observaba como hablaban de Dios, como decían confiar en Dios y como él les había rescatado del mal camino, de donde se encontraban. Yo comencé a entender sus faltas y pues entendía que nadie era perfecto y que todos luchamos contra el pecado a diario. Pero aun así, sentía que en sus corazones no había un arrepentimiento genuino, porque no se sentían mal, cuando estábamos en la congregación de la iglesia.
Mientras fingimos ser santos con solamente vestirnos bien y pretender que esto, es lo que agrada al Señor, era una buena justificación para solo fijarme si estaba bien vestido. Y aún así participar en conversaciones deshonestas y muchas cosas más, después de fingir ser cristiano. Contrario a todo lo que se nos exhorta en el siguiente versículo: Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Efesios 5:3 - 4 (RVR 1960)
En cierta ocasión alguien me confrontó y me enseñó que una de las mejores armas para el joven es guardar la palabra del Señor tal y como está escrito en Salmos 119:11. Esto nos enseña tres verdades esenciales que todo cristiano debe practicar en la vida las cuales son, recordar, escudriñar y practicar. Para eso comencé a leer y me enfoque en el libro de “Hechos”, y llegue a este versículo que dice así: “Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”. Hechos 11:26 (RVR 1960). Al ver su comportamiento aplicado tal y como se nos enseña en estos versículos de Efesios 5:3-4 como se enunció anteriormente, ellos realmente mostraron un carácter como Cristo y por eso les llamaron cristianos, no por su apariencia sino por su vida entregada en obediencia a Dios.
En ciertas ocasiones, algunas personas se dan cuenta que somos “cristianos” porque nosotros les decimos o alguien les dice que somos “cristianos”; ya sea por ir a la iglesia, ya nos ganamos el título de “cristianos”, cuando ahora pena y vergüenza da saber que hoy en día muchos somos llamados “Cristianos” solo de nombre, ¿Pero que de nuestras malas acciones y conducta de las cuales mostramos y practicamos? Si dedicamos un poco de tiempo nos damos cuenta que a los discípulos y a la iglesia ahí en Antioquia, se les llamó así porque se parecían a Jesucristo. En los corazones de ellos, moraba la obediencia a Dios así como Cristo se había dejado guiar por el Espíritu Santo, mostrando los frutos que los hacía auténticos seguidores e imitadores de Dios Padre.
¿Tú eres cristiano por qué dices ser o las personas te ven como un verdadero cristiano?
Ahora yo nunca me diré cristiano a mi mismo, sino que dejaré que las personas me conozcan por sí mismas, reconociendo que no debemos ser más una imitación sino un auténtico hijo de Dios.Ya es tiempo de arrepentirnos y dejar que Dios controle nuestras vidas por medio de su palabra. Para que las personas que nos lean, puedan ver que somos verdaderos cristianos, porque mostramos frutos dignos de arrepentimiento, delante de Dios.
Post por Lester Alfaro
Comments